
...Hablo de acción contracultural, gestar espacios, asumir un rol político y directo en relación a la cultura y la escrita como forma de vida y movilidad intelectual; por otro lado, hablo de ceder los espacios de Santiago a poetas del sur, del norte y poblaciones, en primera instancia, para seguir en el norte (ahora viene la Serena, luego Arica), el sur (Chillán, concepción, Temuco, etc) y las distintas poblaciones en sus diferentes territorialidades, sacando de esta manera la poesía del academicismo reinante del centro, de los ñoñeos, de las babosas literarias que andan puro haciéndose una carrera, donde debe haber un camino en conjunto.
Hemos estado dominados por un código capitalista que en sí forma el estereotipo del poeta postmoderno, casi ácido en su ética, extremadamente individualista, en donde su cualidad es ser uno y nadie, es ser nadie y él mismo o ella misma. Ya basta con eso, si se es rebelde entonces se es rebelde con los sistemas imperantes y toda su vorágine de facismos ocultos. He pensando que el concepto que debe ir ahora, en relación a las conductas y las poesía, es la individualidad plural que si lo defino simplemente podría decirse: “yo estoy creando, y a través de mi creación puedo compartir y generar nódulos con otros artistas o poetas que formen un fuerza y esa fuerza sea plural”. Por algo el discurso que se escuchó el primer día en la biblioteca nacional comienza diciendo: Descentralización o descentralización poética, es un Encuentro Nacional de poesía que pretende acabar con el concepto de evento poético tradicional, optando por la historia más que por el instante pasajero. Porque no somos Yevtushenko llenando el Madison Square Garden ni Parra contando chistes en la feria del libro. Es que ya es hora de acabar con el utilitarismo de los eventos, de formarse a través de ellos sacando todas las ganancias como individuo. Por algo, algunos organizadores decidimos no leer, sino simplemente asumir el rol de Organizador.
Descentralización fue un golpe, un golpe hermoso y bello. Basta preguntarle a los poetas que estuvieron y a los muchos mails diciendo: “esto es un respiro”. Yo diría una repiración boca a boca, lengua a lengua, de conducta en conducta, de verso en verso, de vida.
::Oscar Saavedra::para la revista asado de costilla::
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