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:: Entrevista a Umbría en Kalafate::




“Efecto Catapilco”, segunda producción de la banda porteña Umbría en Kalafate, es una álgida y llamativa sonrisa de composiciones rock y silencios folk, que además de canciones, son “una suma de romanticismos”, según la bajista Pax. La tierra, el clima, las horas, la risa. El efecto: la música.


Por Absalón



De una le preguntamos a Nara, guitarrista de Umbría en Kalafate, si el disco está disponible en la web. “Claro que sí. Hay una página. Se puede encontrar Efecto Catapilco en www.quorum.cl/umbria, ahí se puede bajar entero. También hay copias del disco escribiendo al correo del grupo, el clásico umbriaenkalafate@gmail.com”.

Para los seguidores de la música nacional, Umbría en Kalafate es, significa o recuerda una de esas hermosas flores regionales libres de smog. Un sonido que invita al retiro, con escándalo o en soledad, pero a un retiro natural, pajarístico y paisajista, sembrado de ganas por la lejanía de los lugares no urbanos, sino más bien rurales.

Además de Nara, integran Umbría en Kalafate la bajista Pax, el baterista Alex y el guitarrista Beto. Este es su tercer disco. Antes sonaron con “Umbrnklft” (2003) y “Psicofolclor” (2006), todos editados en Último Peldaño. Ahora, con Efecto Catapilco, cierran una etapa de presentaciones en vivo, composiciones y voladas, cuyo elemento común denominador es esa pequeña localidad ubicada cerca de La Ligua y que está en la memoria popular por ser el lugar de origen de un cura que impidió el triunfo de Allende en las presidenciales de 1958.
“Dado que la bajista Carola (Pax), vivió ahí como 7 años, pasamos muchos días ensayando, celebrando dieciochos, cumpleaños, y todo duraba siempre más de una semana. Entonces se fue armando una gran familia, porque como es un poco retirado, no es para ir un día, sino para estar más tiempo. Así se armó el efecto”, dice Nara en la previa de la presentación de la placa, en el Teatro Mauri de Valparaíso.



“Efecto Catapilco es un estado en el que nos encontramos en algún momento del día, en esos encuentros entre sol, aire, paisaje. Para todos aquellos que fuimos y vivimos esa experiencia, el Efecto Catapilco era casi risible, porque llegaba esa hora del día en que era “aahh… el efecto Catapilcooo…”, y nos reíamos. Todas esas variables tienen que ver, paisaje, clima y el encontrarnos todos nosotros, juntos”, agrega Nara.

Musicalmente, la estancia en Catapilco fue muy fructífera. El disco como proceso creativo y de ensayo se realizó intensamente en ese lugar. En palabras de Pax, “al menos todos los temas que son míos, tengo claro que los hice completamente inspirada en Catapilco, y los chicos también porque hicimos ensayos largos en ese lugar, a veces cuatro, cinco días.

- ¿Grababan?
Pax: “Grabábamos, de hecho hay efectos que están sacados del ambiente mismo de Catapilco. Por ejemplo el disco empieza con una “lluvia de pajaritos” como le decimos nosotros, que grabamos a la hora del atardecer en unos árboles que sabíamos que se iban para allá. Entonces pusimos micrófonos y estábamos ahí horas esperando que aparecieran, finalmente los grabamos y los incorporamos. Así se van sumando romanticismos que llevan a ese lugar, todos amamos la naturaleza y por eso se complementa una cosa con la otra, la música como parte de la experiencia de vida que es Catapilco”.

El efecto entonces puede leerse como un escape, un refugio, un diálogo más acertado entre silencio y creación, entre sonido y ritmo, fiestas familiares, amigos, trago y letanía, tomando el pulso a las edades de la Mapu.


“ES UN COMPILÓN”


- ¿Cuántos años de música tiene encima Efecto Catapilco?

Alex: “Son varios años, creo que tres, los que llevamos trabajando en esto. El disco mismo lo grabamos hace ya bastante tiempo. Estuvimos alimentándonos de él, nosotros mismos, compartiéndolo con la gente cercana, pero ahora ya es un hecho así que me gustaría invitar a todos a que lo escuchen y lo disfruten. Cierren los ojos, fúmense uno y sientan la experiencia del viaje con Umbría”.

Nara: “Este disco tiene temas desde 2004, algunos que no quedaron en Psicofolclor, pero que los volvimos a grabar y nos demoramos tanto que la banda fue creciendo, fueron naciendo otros temas y todos los fuimos metiendo acá. Grabamos más de los 16 temas que tiene el disco, hicimos 20. Y varios quedaron afuera. Es un compilón, es la historia de la banda”.



- Como música, ¿es el mismo sonido el del disco y el que toca Umbría hoy?

Nara: “No, no es una foto de lo que es la banda actualmente. Ahora estamos tocando temas que seguramente vamos a grabar en un próximo disco. Eso es un fenómeno que pasa aquí, porque dado que no hay mucho dinero para hacer estos volúmenes, las bandas se demoran, pero siguen creciendo, siguen evolucionando y haciendo temas, entonces el disco sale, y ¿llevamos todo junto? Son varios años… nosotros dijimos mejor aprovechemos de grabar todos estos temas que tenemos en este disco. Por eso es una colección de canciones de varios años”.

- Pax, dijiste que el disco era una suma de romanticismos…
“Sí, romanticismo, pero también furia, por lo mismo que sucede con el medioambiente, en el país y en el mundo en realidad, la poca conciencia que tenemos respecto a, por ejemplo, los desechos que producimos. Y lo que se fomenta a nivel gubernamental, en relación a lo que es nuestra actividad agrícola como país... por ejemplo ahora en la zona de Catapilco todo el mundo cultiva paltas, y así nos vamos a volver muy insuficientes para nosotros mismos. No seremos capaces de autoalimentarnos”, señala la bajista Kalafate.

Las edades de la Mapu tienen que ver también con el dolor de ver la explotación geométrica de los recursos naturales, y desenmascarar la mentalidad cortoplacista que rige a gobiernos y empresas. El disco en ese sentido entrega contundentes señales de alerta o conciencia musical, al menos en los títulos: “Muerte”, “Mortuorio”, “Veneno”, nos recuerdan que algo en nosotros está en jaque.

“Son sinrazones muy fuertes. Lo que ocurre con el agua, en lo que es el valle de La Ligua hacia arriba. Ahí se cultiva mucho palto y el recurso hídrico que hay no va a dar para satisfacer las necesidades de ese tipo de plantación. A lo mejor ahora los paltos están chiquititos y alcanza el agua para regar todas las plantaciones, pero cuando el palto tenga 10 años y una necesidad hídrica mucho mayor, el agua no va alcanzar”, dice Pax.


La preocupación por el futuro de la Mapu se cuela en los arreglos y alaridos subterráneos de Efecto Catapilco. Pax lo confirma y sigue su defensa del reducto, de la aldea local que nos va quedando: “No se proyecta nada. A nivel de Indap, por ejemplo, donde se trabaja con el agricultor más pequeño, se fomentan ese tipo de actividades, y no otras como lo orgánico, que podría servir para satisfacer las necesidades alimentarias de la toda comunidad del sector. Prefieren fomentar los mata-malezas y todo ese tipo de cosas venenosas que son súper contaminantes, pues se quedan en la tierra mucho tiempo. Así vas agotando el terreno donde vas cultivando, y en el fondo qué, vas a cultivar tú, pero tus hijos y tus nietos ¿qué van a comer? No van a tener una tierra fértil”, sentencia Pax.

¿Incluye esa fertilidad a Umbría en Kalafate? Claro que sí. “Efecto Catapilco” es un indicio de abundancia en código rock y folk. Las canciones son además una actitud, un efecto, un deseo y una raíz. La fertilidad se completa en no dejar de pensar en la amenaza que representa la actual edad de la Mapu, venenos y sobreexplotación de por medio. En ese sentido, la música y los alaridos nos sirven a todos como gesto, como respuesta y lluvia de pájaros-.


Fotos: Carlos Ormazábal. Corresponden al lanzamiento del disco, en el Teatro Mauri de Valparaíso.-

Comentarios

marco lópez dijo…
hola señores asado de costilla... es muy bueno este blog, me gusta muuucho
atte
marcolopezaballay
abrazos desde putaendo

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